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Lucesita Benitez

La Voz De Puerto Rico 2018..!

Como suele decirse, Lucecita Benítez es la voz nacional de Puerto Rico  y se puede afirmar sin duda alguna que la voz de la nación puertorriqueña sigue estando viva y vibrante, con un deseo feroz de reafirmarse con una gama de matices que van desde el romanticismo a la denuncia y desde la reflexión hasta la pura y simple alegría.

Esa es la conclusión a la que se llega luego de presenciar el concierto “Traigo un pueblo en mi voz II”, que ofreció la artista la noche del sábado ante una Sala de Festivales del Centro de Bellas Artes de Santurce llena a capacidad. En su primera mitad, el concierto recreó de manera casi exacta el repertorio de la presentación original, que llevó el mismo título. En la segunda, hizo un recorrido por algunos de los temas más memorables de la cantante, que ya forman parte de nuestra historia musical.

 

Es impresionante cuán bien conserva su voz Lucecita a meses de cumplir –en julio- 77 años de edad. La suya es una voz de una autoridad inmensa, sustentada por tres pilares: su pasión por la excelencia musical, su acendrado amor a la patria y la experiencia de los años. Una voz de una calidez y un sentimiento extraordinarios. Una verdadera fuerza de la naturaleza.

Como es natural tratándose de Lucecita y del repertorio que interpretaría, fue una velada de reafirmación patriótica y de exaltación de los valores de la justicia, el amor, la libertad y la conciencia. Puede que estos temas hayan sido interpretados originalmente en épocas de mayor agitación social, pero su vigencia permanece inalterada. Con sus frecuentes alusiones a los campesinos y obreros, sus denuncias al “diablo” que va vestido de chaqueta y corbata mientras explota y ultraja a los demás y, en cierto momento, su llamado directo a hacer la revolución, la cantante le recordó a su público cuántas luchas inconclusas quedan aún en Puerto Rico.

Uno de los grandes aciertos de Lucecita es su fina selección de temas, en los que hace coexistir la belleza y la reflexión social. En este sentido, la interpretación de “Las manos del campo” (de Antonio “El  Topo” Cabán Vale) fue un momento hermoso, un himno a la esperanza.

No todo fue denuncia social y política. De hecho, algunos de los temas más aplaudidos de la noche fueron los de corte romántico, especialmente “Alfonsina y el mar” y la secuencia de “El unicornio azul” (de Silvio Rodríguez) y “Si tan solo un instante” (de Alberto Carrión), de extraordinaria belleza y colosal fuerza interpretativa por parte de la artista.

La segunda mitad del concierto dio paso a una Lucecita más relajada –ella misma lo admitió- y festiva, con la interpretación de canciones como “Soy de una raza pura”, “Lelolai” y “Amanecer Borincano” (otro tema imperecedero de Alberto Carrión). No faltó el humor, cuando la cantante relató las vicisitudes que ha pasado por la falta de energía eléctrica, ni la oportunidad de presentar a los 13 músicos o coristas que la acompañaron. Entre estos, sobresalieron Juan Carlos Vega en el piano –quien ejecutó varios segmentos a dúo con Lucecita- y el joven Luis Sanz en el cuatro, quien hacía su debut profesional. También hubo espacio para mostrarle al público el Grammy que la cantante recibió el año pasado en reconocimiento de su trayectoria artística, del cual se siente justificadamente orgullosa.

Fue una velada en la que abundaron las ovaciones de pie de parte del público y los gritos de “¡bravo!”. Con su fuerza interpretativa y su exquisito repertorio, la cantante fue llevando a su público de un clímax emocional a otro. Pero, como dice el refrán, lo mejor estaba por venir.

Los dos temas finales fueron sencillamente sublimes. En “Oubao Moin” (de Juan Antonio Corretjer), Lucecita desplegó –una vez más- la fuerza arrolladora de su voz, apoyada hábilmente por el coro integrado por Iris Martínez, Yanira Torres y Félix Alvarado. Es una canción que, sin ánimo alguno de menoscabar las inolvidables versiones de Roy Brown y Haciendo Punto en Otro Son, pareciera haber sido escrita para ella: intensa, melódicamente variada y de tema patriótico.

Para el “encore”, el telón volvió a subir ante los acordes iniciales de “Génesis”, la composición de Guillermo Venegas Lloveras con la que la artista alcanzó su histórico triunfo en el Festival Mundial de la Canción, celebrado en México en 1969. Casi 50 años después de su estreno, “Génesis” sigue siendo un tema exigente para cualquier intérprete y, en cierto momento, a Lucecita le falló la voz, no llegando a alcanzar la línea melódica. Pero el tropiezo no opacó su triunfo. Al repetir la letra de la canción, volvió a levantarse esplendorosamente, elevándose de nuevo hasta las alturas y reafirmando que Lucecita es Lucecita, vibrante, única y representativa de lo mejor que tiene para dar Puerto Rico.

Reseña: Suministrada.

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