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Tras algunos tropiezos en su carrera musical y en su vida personal “El Sol” volvió a brillar. Luego de varios años de ausencia, uno de los cantantes más exitosos de la historia de Latinoamérica, Luis Miguel, visito la isla este domingo 31 de marzo con su gira “México por Siempre” En el Coliseo José Miguel Agrelot.
¡México por siempre!’, es su álbum más reciente y en el que hace un homenaje a la música tradicional mexicana. El astro mexicano, que ha vendido más de 100 millones de discos en el mundo a lo largo de su carrera, lucio Bronceado, delgado, sonriente, y vestido de traje negro y camisa blanca. Así fue como el cantante enfrentó al público que tenía años de no verlo. Sus seguidores querían constatar que todavía hay Luis Miguel para rato y que su voz seguía exactamente igual.
Minutos después de las 9:00pm horas, se apagaron por completo las luces del “Choliseo”, al centro lució una enorme pantalla blanca en la que solo se proyectaba la silueta de perfil del cantante, misma que iba creciendo hasta que apareció Luis Miguel, y con ello el estruendo de ovaciones, gritos y aplausos por parte de los asistentes.
Cuando empezaron a sonar los primeros acordes de “Si te vas” y se escuchó la voz de Luis Miguel interpretando la primera estrofa de esa canción, las personas allí reunidas para verlo estuvieron de acuerdo: ‘El Sol’ volvió a salir.
El escenario de cuatro niveles permitió que El Sol luciera todo su esplendor en la presentación que duró dos horas y que fue un recorrido musical de temas que van desde la balada, pop y bolero, con la interpretación inigualable de Luis Miguel.
Esta vez nadie quedó decepcionado. Durante el recorrido que hizo por sus 36 años de carrera, Luis Miguel cumplió la fantasía de todos. Su imponente y majestuosa voz, lució intacta y mereció varias ovaciones de pie, de un Coliseo repleto en su totalidad por amante del intérprete de “Hasta que me olvides”
La gente coreó sin cesar los más de 40 temas que interpretó, unos completos, otros como parte de varios medleys que hicieron gritar, cantar y hasta saltar a los presentes. “No se tú”, “O tú o ninguna”, “Amor, Amor, Amor”, “Dos enamorados”, “Decídete”, “Culpable o no”, “Fría como el viento”, “Isabel”, “La Incondicional”, “Cuestión de piel”, “Te necesito”, “Historia de un amor” … en el repertorio de esa noche no faltó nada.
Tras apagarse las luces por unos segundos, apareció el pianista de la orquesta en un interludio de perfectos acordes, a los cuales se les unió Luis miguel y les puso letras a las tan bien ejecutadas melodías, e interpretó boleros como “La Barca” y “Contigo en la distancia”. El público volvió a ponerse de pie, en un claro respeto hacia la interpretación del artista.
Pero no podía terminar la noche, sin poner a bailar a su público, y es entonces cuando aparece un Luis Miguel, mas informal, sin chaqueta y con mucho entusiasmo, entonando canciones como “Sera que no me amas”, “”Ahora te puedes marchar”, “La chica del Bikini azul” y Su indiscutible éxito “Cuando calienta el sol”, donde el Coliseo se lleno con una lluvia de confetti y bolas negras que revotaron en toda la sala.
Luis Miguel se despidió de su público, que se puso de pie, con el mismo ánimo que lo recibió; más ovaciones, más aplausos y más alaridos.
 

 

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Escribe: Ana María Reyes

Fotografo:Eric Laguna

Fotografias :suministradas .